Los objetivos se ponen para para medir la diferencia respecto a una referencia. Nunca se cumplen, ya sea por exceso o defecto. Para eso se crearon distintas formas de medirlo y cuantificarlo, con el objeto de tener una visión del objetivo más acorde con la realidad al momento de describir e interpretarlos para la toma de las siguientes decisiones.
De esta forma, se utilizan varias vías de acercamiento al proceso de pensamiento y resolución del problema o la causa por la cual no se llegó o se sobrepasó el objetivo. La materia a tratar se visualiza desde una variedad de ángulos, sirviendo esto a los intereses de todos los puntos de vista que se pueden tener.
Es momento de cambiar los sombrero, poner nuevos objetivos y volver a medirlos dentro de un tiempo.